
Tu cuerpo es increíblemente sabio. Constantemente te envía mensajes sobre tu estado emocional y mental. El problema es que, en nuestro ajetreado día a día, hemos aprendido a ignorarlos. Un dolor de cabeza se calla con una pastilla. La tensión en los hombros se normaliza. El agotamiento se empuja con más café.
Pero, ¿y si te dijera que esos síntomas son mensajeros? Son la forma en que tu cuerpo te pide que prestes atención. Hoy te comparto 3 de las señales más comunes y cómo puedes empezar a escucharlas.
Lo que tu cuerpo dice: “Estoy cargando con demasiado peso”. Esta tensión es la manifestación física de la responsabilidad, el estrés y las preocupaciones que “cargas sobre tus hombros”. Apretar la mandíbula a menudo significa que hay palabras o frustraciones que no estás expresando.
Cómo empezar a escuchar: Cierra los ojos por un minuto. Respira hondo y lleva toda tu atención a esa zona. No intentes relajarla, solo siéntela. Pregúntate: “¿Qué carga estoy llevando que podría soltar, aunque sea un poco?”. La simple conciencia es el primer paso para liberar.
Lo que tu cuerpo dice: “No puedo ‘digerir’ esta situación”. El sistema digestivo es nuestro segundo cerebro y es extremadamente sensible a las emociones. La ansiedad, el miedo o una situación que te resulta “difícil de tragar” impactan directamente en tu digestión.
Cómo empezar a escuchar: Antes de comer, tómate tres respiraciones profundas. Come despacio, sin distracciones. Y cuando sientas esa molestia, pregúntate: “¿Qué situación o emoción en mi vida me está costando procesar en este momento?”.
Lo que tu cuerpo dice: “Mi energía se está fugando en conflictos internos”. Este no es un cansancio físico, es un agotamiento mental. Ocurre cuando una parte de ti quiere una cosa (ej. descansar) y otra parte quiere otra (ej. ser productivo). Esa lucha interna consume una cantidad inmensa de energía.
Cómo empezar a escuchar: En lugar de luchar contra el cansancio, permítete sentirlo. Siéntate 5 minutos sin hacer nada. Y pregúntate con amabilidad: “¿Qué es lo que realmente necesito en este momento? ¿Permiso para parar?”
Escuchar a tu cuerpo es el inicio de un diálogo profundo de autoconocimiento. Estas señales son solo la superficie. La hipnoterapia nos permite ir más allá y entender la raíz emocional de estos síntomas. Es un proceso para sanar la conexión mente-cuerpo desde adentro, liberando las emociones atrapadas para que tu cuerpo ya no necesite “gritar” para ser escuchado.
Si sientes que tu cuerpo te está enviando señales, no las ignores. Es una invitación a sanar.
Hipnoterapeuta Clínica y Coach de Bienestar Espiritual.